martes, 26 de enero de 2010

Otro zulo propio



Hay un antes y un después en este incipiente blog. La necesidad de gritar a los cuatro vientos los postulados del manifiesto transfeminista fue lo que me llevó a tirarme de cabeza en este trocito de ciberespacio. Yo, con lo tecno-analfabeta que soy, me espabilé como pude para rellenar espacios vacíos y así no dejar solito al manifiesto, acompañándolo con unas cuantas obras escritas y pintadas y un Devenir Juanita a modo de declaración de principios, en el que hablo sobretodo de mí misma y de mujeres que me han marcado. Subrayo lo de mí misma porque fue una crítica que recibí de mi novio: “más que un homenaje a las mujeres parece un homenaje a ti misma” –me dijo, como una crítica negativa-. Que conste que mi novio es la persona de la que más me fío porque no le duelen prendas cuando se trata de ponerme a parir. Me lo tomo en positivo cuando me interesa para seguir creciendo, y casi nunca le hago caso. Itziar Ziga, en cambio, me dijo “lo de que parece un homenaje a ti misma, yo no lo creo, hablas de todas a través de ti, lo más interesante y honesto que puede hacerse... explicar el género feminista desde la construcción de una marica insurgente es muy necesario” ¿Alguien puede ser tan fría como para no sentir un orgasmo ante dicha contestación?
Ayer me leí de un tirón Un Zulo Propio (Ed. Melusina), su último libro. Éste es el antes y el después del blog desde donde estoy escribiendo ahora mismo. Poseo, debido a mi espíritu nómada de innata migrante, variados zulos desde donde escribir, interiores y exteriores. Por lo poético de su fotografía me hubiese encantado tener el que tuvo Itzi de niña: su mueble bar de espejos y luz interior, que se abría como un escritorio de la Señorita Pepis, tan típico en las casas de nuestras madres (deberían producir una Amelie Transgresora con un guión basado en los recuerdos de Itziar.) Pero tengo otros zulos. Todas tenemos o deberíamos tenerlo para poder transmitir lo que en ellos plasmamos, para poder gritar nuestros pensamientos, y que nuestras voces, acostumbradas a ser silenciosas o silenciadas, sean cada vez más numerosas, escandalosas y molestas. Yo, a partir de ahora, puedo sumar este blog a los zulos que ya poseo, y espero que sea mi altavoz, de momento de pocos vatios, hasta que deje de ser una aspirante a escritora. Para empezar reclamo que Un Zulo Propio sea lectura recomendada, por no decir obligada, en todos los institutos educativos. Es un conjunto de textos que derrumba muros, despierta mentes y acaba con esquemas incrustados en nosotras después de infinitos lavados cerebrales nada metafóricos. Pido que se difunda como se merece. Exijo que los machistas con poder y las feministas de despacho con las que se codean dejen de tratarlo como una obra censurable. O no. Itzi, las obras revolucionarias siempre fueron tratadas de la misma manera. El tiempo nos pondrá a todas en el lugar, aunque ahora no tengamos y estemos exiliadas dentro de nuestros propios zulos. Pero tranquila, como ha sucedido con Virginia Wolf, algún día hablarán de nosotras y algún día producirán una peli basada en tus recuerdos.
Bendito feminismo. Bendita Itzi.