martes, 15 de marzo de 2011

Can Fairell, C/ Ferrer i Guardia s/n Cornellà


En el capítulo titulado Devenir Juanita del libro La Venus Calva (también está en este blog pero algo cambiado) hablo de Can Fairell, Casal autogestionado en donde tenía su sede el colectivo Gailes de Cornellà. Fue en los 90, cuando un grupo de jóvenes, de todo género y orientación, trabajamos con el fin de visibilizar a los GLT en una ciudad donde parecían invisibles. Gailes fue la primera asociación del estado de este tipo que no se ubicaba en una capital de provincia, por lo que pusimos nuestro granito de arena, o montaña, en la conquista de espacios. Pero voy a lo que voy, a santo de que Nuria Urioz actúa con los cuentos de Juanita Márkez en la biblioteca Ferrer i Guardia de Alella, que celebra los 25 años. Can Fairell, que ya no existe, se encontraba junto a una encina en un lugar de huertos rodeada de bloques de pisos en la calle Vicenç Llivina, cuyo nombre, aún hoy, qué triste, existe. Este señor fue el juez que ordenó el fusilamiento de Ferrer i Guardia, pedagogo librepensador que instauró la Escuela Moderna en Barcelona. A principios de siglo se atrevió a juntar en escuelas mixtas, qué osado, y ateneos, a niños y niñas, a mujeres y hombres y lo que fueran, procurándose un montón de enemigos que le hicieron la vida imposible, incluido exilios, hasta quitarle la vida, y quien se la quitó fue ese tal Vicenç Llivina. Cuando el ayuntamiento de Cornellá, con José Montilla a la cabeza, decidió borrar del mapa Can Fairell, para poner en su lugar un aparcamiento y un Mercadona, comenzó una batalla que ya nos encargaremos de no olvidar. Durante la resistencia la gente de Can Fairell y vecinas pedimos, entre otras cosas, la salvación de Can Fairell, el cambio de nombre de la calle Vicenç Llivina por el de Ferrer i Guardia, y el indulto de la encina que en el proyecto del ayuntamiento estaba destinada a convertirse en leña. Nada de eso ocurrió. Ni la encina ni Can Fairell se salvaron. La calle se sigue llamando Vicenç Llivina, y el ayuntamiento de Cornellà, que se define de izquierdas, sigue haciéndole homenaje a un fascista por no dar la razón a unxs jóvenes que pedían la reparación de una lamentable injusticia. Señor Balmón, aún está a tiempo.

el dibujo de can fairell es de Antonio J. ( http://ilustracionesantonio-j.blogspot.com/ )

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